Hace unos días, después de que nuestro regalito de Dios había nacido, conversando con mi esposa me decía: "Como ha cambiado nuestra vida nocturna!" y me decía esto porque ahora en vez de ver películas o de salir a comer a algún lugar nos quedamos con Noah dándole de comer, sacándole gasesitos, mimándolo o simplemente contemplándolo.
Para mi esposa y para mí a sido una bendición muy grande el hecho de que el Señor haya confiado en nosotros y nos haya dado un hijo. El Salmo 127, 3a nos dice "Los hijos son un regalo del Señor"; pues sí, Noah es un regalo del Señor, un regalo incondicional. Y aunque es cansado, agotador, se tienen malas noches y/o se está con los nervios de punta; es gratificante el saber que al final del día o al inicio de este lo hemos hecho todo por ese "regalo de Dios".
Escribo esto después de que nuestro nene se despertó a las 4 a.m.
A Great Change in our Lives!
A few days after our gift from God was born, I told my wife: "How our nightlife has changed!" I uttered this because instead of watching movies or going out to eat somewhere, we simply stay in the house with Noah to nurse him, help him release those unwanted gases, pamper him or just contemplate him.
For us it has been a great blessing that the Lord trusted us and gave us a son. Psalm 127:3a says "Children are a gift from the Lord," indeed, Noah is a gift from God, an unconditional gift. And although it is tiring, stressful, at times nerve-wracking, it is gratifying to know that at the end or beginning of the day, we have done everything for this "gift from God."
I wrote this after our baby woke up at 4 a.m.
No hay comentarios:
Publicar un comentario